jueves, 22 de marzo de 2007

La gente con la que te cruzas.

¿Alguna vez has pensado en toda esa gente con la que, obligado por tu entorno, debes relacionarte? No me refiero sólo a los amigos que siempre han estado ahí, sino a las personas que conoces de forma parcial únicamente por tu trabajo, el gimnasio al que vas o los locales que frecuentas. Quizás sólo sean una pequeña parte de tu vida, pero están ahí, son como tú, posiblemente tengan hasta las mismas preocupaciones y los mismos deseos.

Sin embargo, eso nunca lo sabrás. Nunca sabrás realmente como es esa persona que ves todos los días si te limitas a lo estrictamente profesional. En mi opinión, y si alguna vez existió, el contacto humano se ha perdido. Y puede que de forma irremediable. ¿Quién está dispuesto a perder parte de su tiempo a hablar con alguien que sólo conoce de vista? Es más fácil tener una imagen estereotipada, subjetiva y superficial. Y esto contrasta con otro tema: la gente no está dispuesta a perder su tiempo conociendo a los demás, pero sí lo pierde hablando de temas tan banales como el último partido de su equipo favorito, el nuevo disco del grupo de moda o incluso su última adquisición.

Volviendo al tema, en mi rutina debo cruzarme con mucha gente, como casi cualquiera, y seguramente termine cruzándome con mucha más gente. Tantas oportunidades de conocer una gran persona, una gran historia, o, al menos, una forma de pensar diferente y yo sigo inerte. Un día será demasiado tarde. Un día simplemente todas esas persona que forman la parte "accesoria" de mi vida desaparecerán, de hecho ya lo están haciendo, y con ellas todas mis estereotipadas, subjetivas y superficiales impresiones.

Entonces pensaré en qué he hecho en todo ese tiempo, en porqué soy tan hipócrita y no hago nada.